Introducción
Es
importante saber que el significado que teológicamente hoy damos a la palabra
“pastor”, no ha sido el que ha tenido siempre. Por ejemplo, en el Antigüo
Testamento, Yavé es el único pastor de su pueblo; esto, porque el término
pastor era utilizado para designar divinidades y gobernantes paganos; aunque,
en la experiencia cotidiana, la palabra pastor estaba asociada con bondad y
piedad al tratarse de Yavé.
El
significado de pastor como alguien que daba cuidado nocturno a su rebaño, no se
aplicaba a reyes, sin embargo, en el capítulo 5, versículo 2 del segundo libro
de Samuel, David fue considerado como alguien que “pastorearía” al pueblo (su
rebaño), pero no se utiliza directamente la palabra pastor. En Isaías, el rey
persa Ciro, fue llamado “mi pastor”. También en otros pasajes, Dios amenaza a
los pastores (gobernantes) de su pueblo con el juicio destructor. Como se puede
confirmar, el término pastor era utilizado para referirse a gobernantes; sin
embargo, más adelante, surge la figura de pastor mesiánico, enviado por
Dios.
Más
adelante, en el judaísmo tardío, la profesión de pastor se desprestigió a causa
de los escasos ingresos y falta de honradez de algunos pastores, pero, a
diferencia de estos otros, se considera a Moisés y a David como “verdaderos
pastores”, refiriendo la expresión a gobernantes y maestros de la ley.
Ya
en el Nuevo Testamento, Jesús toma el término pastor y se lo aplica a sí mismo
al afirmar “yo soy el buen pastor”. En el Antigüo Testamento, Dios protege a
Israel como su pueblo escogido, pero en el NT, Jesús tiene un proyecto más
amplio, dirigido a toda la sociedad en general pero con énfasis en los sectores
más vulnerables de la misma, entiéndase viudas, huérfanos, extranjeros,
prostitutas y niñas y niños. Indudablemente, “Jesucristo vino a realizar la
labor de pastor mesiánico”, tal como indica el texto leído.
Modelos
bíblicos de pastoral
El
profeta Ezequiel “una pastoral en tiempos de crisis nacional”
- El
mensaje de Ezequiel
Al
hablar de modelos bíblicos de pastoral, hay que hablar de la pastoral de
Ezequiel; la cual se desarrolló en tiempos de crisis nacional. El mensaje de
Ezequiel en aquel momento consistía en culpar a los reyes y gobernantes del
desastre, comunicar que el pueblo había sido infiel a Dios, condenar todas
aquellas malas acciones y al mismo tiempo anunciar un hecho salvífico que
favorecería a Israel. Al explicar el autor de este libro, en primer lugar la
condena anunciada por Ezequiel, y luego, su mensaje esperanzador, se nos
muestra un excelente ejemplo de una buena pastoral.
El
mensaje de Ezequiel estuvo fundamentado en disposiciones, leyes, normas y
preceptos que Yavé le había dado a su pueblo. Frente a la resistencia del
pueblo, Ezequiel enfatiza aun más en la gracia de Yavé. La acción pastoral de
Ezequiel tenía que ver con cierta lógica asociada a la salvación gracias a un
oráculo anterior.
Según
el texto leído: “el mensaje de Ezequiel se inicia con la auto-revelación de
Yavé, continúa con el recordatorio de la desobediencia del pueblo, sigue con el
enojo divino por la transgresión, para terminar con el perdón por la gracia de
Dios”. Más allá de su valor histórico, el libro de Ezequiel tiene mucha
importancia teológico-pastoral porque por su medio Dios resalta la importancia
de una reforma religiosa profunda, en la que se establezca el verdadero culto a
Yavé.
- La
pastoral de Ezequiel
Las
preocupaciones pastorales de Ezequiel fueron reiniciar la relación con Yavé
y para esto el pueblo debía sujetarse a la santidad de Yavé, a los principios
originales y en las tradiciones normativas dadas en el Sinaí; además, denunciar
las arbitrariedades cometidas por la clase política y religiosa; denunciar las
intervenciones militares y las injusticias que las grandes potencias cometieron
contra Israel.
Ante
estas preocupaciones, las soluciones asumidas por Ezequiel fueron reconstruir
el país después del desastre en que lo habían dejado las potencias extranjeras
y grupos políticos y religiosos que dominaban Israel; promover una
espiritualidad de sujeción a Dios y cuestionar el carácter de una religiosidad
alienante que deseaba la restauración sin criticar el pasado.
Pastoral
de los Derechos Humanos
La historia de Noemí y
Rut y su defensa por los derechos que Dios estableció en la legislación
deuteronómica y levítica referida a que los derechos de los pobres, viudas y
extranjeros son los derechos de Dios; además del restablecimiento de sus
derechos y la restauración de su clan familiar, coloca todo en el orden divino:
Dios quiere plenitud de vida para todos, especialmente para aquellos que están
en desventaja ante los poderes e instituciones constituidas.
Las implicaciones
pastorales de esto son: aunque se viva en condiciones muy difíciles se puede
luchar por conquistar los derechos humanos; un factor clave para lograr la
conquista de los derechos fundamentales, es que los que viven en condiciones
indignas, decidan luchar por alcanzarlos; el autor también nos recuerda que
así como había leyes en las que ambas mujeres se apoyaron para conquistar
sus derechos, hoy también hay leyes en las que los oprimidos pueden apoyarse
para conquistar y defender los derechos humanos y Dios se preocupa por los
sectores desvalidos y desea su bienestar y dignidad.
Conclusión
Según pudimos ver en los
escritos anteriores, en el Antigüo Testamento, e incluso en el nuevo, han
existido modelos de pastoral que han trascendido y permanecido en la historia
de las congregaciones cristianas y que de buena manera nos recuerdan, el
proyecto mesiánico, que muestra marcado énfasis en los sectores más excluidos
de la sociedad.
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