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Soy de La Higuera, provincia El Seibo, República Dominicana; soy feliz, soy libre, soy caribeña, soy latina, soy espíritu, soy energía, soy alma, soy luz, estoy despierta, soy Jahaziely

martes, 16 de octubre de 2012

La mujer en una cultura machista


En materia laboral, lo que más llama mi atención acerca de la discriminación hacia las mujeres para ocupar ciertos puestos en las empresas y ganar salarios justos, es que lo que los empleadores toman en cuenta para pagar más a un hombre que a una mujer es que ese hombre se supone que es padre de familia, pero no se piensa lo mismo de la mujer.

Se entiende que el hombre es el que provee y que la mujer solo trabaja para complacer sus caprichos. Pero eso no es verdad, es cierto en algunos casos, pero no es la generalidad. Esas actitudes son solo posturas machistas de los empleadores. Ante todo esto yo me pregunto ¿No se supone que las estadísticas confirman que la mayoría de hogares dominicanos son llevados por madres solteras?...

En cuanto a la sociedad en sentido general, considero que se han visto muy pocos casos de hombres que hayan sido discriminados por embarazar a una mujer fuera de matrimonio, sin embargo,  la mujer que queda embarazada en esta situación es altamente criticada, sentenciada y abandonada, en la mayoría de los casos. Es cierto que a quien le crece la barriga es a ella, pero no es menos cierto que ella no se embarazó sola.

En cuanto al relato que se describe e la Biblia en el capítulo 1 de I de Samuel, es posible que en aquella época, e incluso hoy, las mujeres del Medio Oriente no se sintieran discriminadas a causa de su género. No habían visto ni vivido algo distinto, quizá nadie les había dicho que entre mujeres y hombres debía existir equidad de género. Considero que tal vez aceptaban tranquilamente el trato que se les daba; aunque el caso de Ana es muy particular. Ella era burlada y maltratada porque no podía concebir. Esto por Penina, otra mujer, la otra esposa de su marido.

En relación a lo anterior, independientemente de que una mujer sea consciente o no de la exclusión y discriminación que padece, en ella se debe fundar la idea de que eso no está bien y de que eso no es lo que Dios quiere. En la República Dominicana hay muchas mujeres, incluso algunas que conozco, que legitiman y aceptan que sus maridos las golpeen, sin embargo, por el simple hecho de que ellas legitimen estas acciones, no podemos hacernos de la vista gorda y quedarnos indiferentes.

Una mujer en esa situación obviamente tiene problemas de autoestima, de identidad y de falta de orientación. En casos como estos, las mujeres deben ser acompañadas y ser guiadas hacia la luz, independientemente de que consideren correcto el trato de sus esposos, o de otros hombres tales como compañeros de trabajo, vecinos y compañeros de estudios.

En cuanto al maltrato de Penina ¿qué decir? Muchas veces, las mismas mujeres, somos promotoras de la cultura machista. A veces lo hacemos de manera inconsciente porque en nuestras raíces culturales arrastramos posturas que algunas veces no nos damos cuenta  de que son tendencias machistas. Penina, maltrató duramente a su compañera Ana. Las mujeres muchas veces somos promotoras del sufrimiento de otras mujeres.


La tasa de infidelidad es más alta por parte de hombres que de mujeres, sin embargo, esas mujeres que sirven de amantes para muchos hombres, la mayoría de veces están conscientes de que ese hombre tiene un compromiso legal y moral con otra mujer. Con otra mujer que sufre, que llora, que lo espera y que sufre maltrato.

Incluso, cuando en un grupo hay que elegir a una persona para un cargo, muchos hombres y muchas mujeres van en contra de que sea una mujer que asuma la posición porque subestiman su capacidad. Esto es simplemente desconfianza, desconfianza en que una mujer puede dirigir algo bien. Esta desconfianza es estrictamente se convierte en excluyente  y discriminatoria.

Para entender el sufrimiento de una mujer discriminada, hay que ponerse en su lugar. Con leer no basta. Hay que imaginar cada situación de discriminación, hay que tratar de sentir todos los sentimientos que una mujer sentiría en una situación así, hay que meterse dentro de su cuerpo y ver a través de sus ojos.

Las mujeres recibimos discriminación hasta en cosas simples. En la República Dominicana, cuando un conductor ve que otro conductor cometió un error, voltea a mirar, si es hombre dice una palabra obscena y si es mujer dice: -“tenía que ser una mujer”.

2 comentarios:

Giancarlo dijo...

Purtroppo è così anche qui in Italia!! buona giornata...ciao

Jahaziely Martínez Corporán dijo...

Hola Giancarlo, muchas gracias por tu comentario.