En
materia laboral, lo que más llama mi atención acerca de la discriminación hacia
las mujeres para ocupar ciertos puestos en las empresas y ganar salarios
justos, es que lo que los empleadores toman en cuenta para pagar más a un
hombre que a una mujer es que ese hombre se supone que es padre de familia,
pero no se piensa lo mismo de la mujer.
Se
entiende que el hombre es el que provee y que la mujer solo trabaja para
complacer sus caprichos. Pero eso no es verdad, es cierto en algunos casos, pero
no es la generalidad. Esas actitudes son solo posturas machistas de los
empleadores. Ante todo esto yo me pregunto ¿No se supone que las estadísticas
confirman que la mayoría de hogares dominicanos son llevados por madres
solteras?...
En
cuanto a la sociedad en sentido general, considero que se han visto muy pocos
casos de hombres que hayan sido discriminados por embarazar a una mujer fuera
de matrimonio, sin embargo, la mujer que
queda embarazada en esta situación es altamente criticada, sentenciada y
abandonada, en la mayoría de los casos. Es cierto que a quien le crece la
barriga es a ella, pero no es menos cierto que ella no se embarazó sola.
En
cuanto al relato que se describe e la Biblia en el capítulo 1 de I de Samuel, es posible que en aquella época, e incluso hoy, las
mujeres del Medio Oriente no se sintieran discriminadas a causa de su género.
No habían visto ni vivido algo distinto, quizá nadie les había dicho que entre
mujeres y hombres debía existir equidad de género. Considero que tal vez
aceptaban tranquilamente el trato que se les daba; aunque el caso de Ana es muy
particular. Ella era burlada y maltratada porque no podía concebir. Esto por Penina,
otra mujer, la otra esposa de su marido.
En relación a lo anterior,
independientemente de que una mujer sea consciente o no de la exclusión y
discriminación que padece, en ella se debe fundar la idea de que eso no está
bien y de que eso no es lo que Dios quiere. En la República Dominicana hay
muchas mujeres, incluso algunas que conozco, que legitiman y aceptan que sus
maridos las golpeen, sin embargo, por el simple hecho de que ellas legitimen
estas acciones, no podemos hacernos de la vista gorda y quedarnos indiferentes.
Una mujer en esa situación obviamente
tiene problemas de autoestima, de identidad y de falta de orientación. En
casos como estos, las mujeres deben ser acompañadas y ser guiadas hacia la luz,
independientemente de que consideren correcto el trato de sus esposos, o de
otros hombres tales como compañeros de trabajo, vecinos y compañeros de estudios.
En cuanto al maltrato de Penina ¿qué
decir? Muchas veces, las mismas mujeres, somos promotoras de la cultura
machista. A veces lo hacemos de manera inconsciente porque en nuestras raíces
culturales arrastramos posturas que algunas veces no nos damos cuenta de que son tendencias machistas. Penina,
maltrató duramente a su compañera Ana. Las mujeres muchas veces somos
promotoras del sufrimiento de otras mujeres.
La
tasa de infidelidad es más alta por parte de hombres que de mujeres, sin
embargo, esas mujeres que sirven de amantes para muchos hombres, la mayoría de
veces están conscientes de que ese hombre tiene un compromiso legal y moral con
otra mujer. Con otra mujer que sufre, que llora, que lo espera y que sufre
maltrato.
Incluso,
cuando en un grupo hay que elegir a una persona para un cargo, muchos hombres y
muchas mujeres van en contra de que sea una mujer que asuma la posición porque
subestiman su capacidad. Esto es simplemente desconfianza, desconfianza en que
una mujer puede dirigir algo bien. Esta desconfianza es estrictamente se
convierte en excluyente y
discriminatoria.
Para
entender el sufrimiento de una mujer discriminada, hay que ponerse en su lugar.
Con leer no basta. Hay que imaginar cada situación de discriminación, hay que
tratar de sentir todos los sentimientos que una mujer sentiría en una situación
así, hay que meterse dentro de su cuerpo y ver a través de sus ojos.
Las
mujeres recibimos discriminación hasta en cosas simples. En la República
Dominicana, cuando un conductor ve que otro conductor cometió un error, voltea
a mirar, si es hombre dice una palabra obscena y si es mujer dice: -“tenía que ser
una mujer”.
2 comentarios:
Purtroppo è così anche qui in Italia!! buona giornata...ciao
Hola Giancarlo, muchas gracias por tu comentario.
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