La práctica educativa de Jesús

Basado en Marcos 4:1-34 y Lucas 24:13-35.

 La manera de enseñar de Jesús 

Jesús tenía una manera muy particular de enseñar ya que fue una persona muy sabia, lo cual demostró con cada una de sus palabras y acciones. Jesús tuvo mucha claridad acerca del Reino de Dios, su papel y su misión en la tierra. Los métodos que Jesús utilizó fueron muy favorables porque él utilizaba metáforas o parábolas adecuadas al contexto. Este método hace que el educado comprenda y se identifique mejor lo que se le enseña.

Jesús enseñaba con mucha humildad y sobre todo con el ejemplo. Su manera de ir caminando por las calles enseñando, predicando y sanando daba mucho alcance a su ministerio. De allí que de seguro las Buenas Nuevas llegaron a oídos que jamás habrían llegado si Jesús no se hubiese movilizado hasta donde ellos estaban.

Importante decir que Jesús como excelente educador que era, no respondía las preguntas que le hacían partiendo de su pasión, sino de la razón. Todas las respuestas de Jesús a sus educando fueron dignas de una mente con mucha sabiduría y tan ciertas que no daban ni lugar a dudas ni a nuevas preguntas. Jesús fue muy claro y justo en sus palabras.

Territorialidad del mensaje de Dios

Como vemos, Jesús recorrió toda Galilea predicando su mensaje. Esto fue muy importante porque así le dio territorialidad a sus enseñanzas. Como se explicaba arriba, las Buenas Nuevas jamás habrían llegado a ciertos oídos si Jesús no se hubiese movilizado hasta donde estaban esas personas.

Además, Jesús no predicó desde un altar, él fue hasta donde estaban las personas y les prestó atención a quiénes nunca nadie había mirado con amor y consideración, por ejemplo a Zaqueo. Jesús fue muy sensible a los sectores más excluidos de la sociedad y más la sociedad de aquel tiempo, Jesús mostró su defensa y protección por los enfermos, las niñas, los niños y las mujeres. Jesús fue un líder que no se destacó detrás de un púlpito sino que llegó hasta las comunidades, donde estaba la gente.

Diferencia entre llegar hasta donde la gente o dejar que sea la gente que llegue hasta el líder

La diferencia está marcada en sentido de que el líder no debe permitir que sea la gente quien llegue hasta donde él está, sino que la vocación del líder debe llevarle hasta donde se le necesita y no verse como una figura de poder sino como alguien que está al servicio de los demás. A través de ese contacto directo con la gente y su contexto, Jesús adecuó su mensaje para la audiencia y esto posiblemente contribuyó a que las personas se identificaran con su mensaje.

El pan de la enseñanza debe impartirse con mucha humildad y vocación de servicio. De ahí que un líder o educador cristiano tome esto en cuenta para acompañar a los grupos a los que enseña dentro de la iglesia. Aparte de la vocación de servicio hay que tener conocimiento del mensaje de Dios a proclamar, hay que sentirlo en el interior operando a través del Espíritu Santo y finalmente hay que incorporarlo al diario vivir como si fuera un estilo de vida.

Para quien enseña es determinante conocer el contexto en donde acompaña, es decir, enseñar a través de la realidad de la localidad en de donde predica, tomar elementos del entorno para comunicar las ideas y que estas germinen a partir de la vivencia local mostrando el camino a las personas, no llevándolas. Esto era exactamente lo que hacía Jesús a través de sus palabras y lo que modelaba con cada una de sus acciones.

Imágenes que surgen a la luz de la lectura que mejoran nuestra práctica de educación cristiana basada en el modelo de Jesús

Imágenes como las del evangelismo personal quedan perfectamente planteadas. Además de cómo líder o educador no verse desde fuera como el que tiene el conocimiento y el poder para enseñar, sino verse desde dentro como alguien que acompaña a los demás, no mostrando pautas específicas sino llevándolos sutilmente a la catarsis. La utilización de parábolas y ejemplos también son buenas imágenes para enseñar.